Dominio y hosting
Es el primer paso que tenemos que dar. Primero pensar que nombre nos gustaría tener como URL y después saber si está libre. Es importante tener en cuenta que la dirección que elijamos será un referente para que clientes, proveedores o cualquier usuario llegue a nuestra web por lo que tenemos que pensar dos veces qué pondremos en este apartado.
En Internet hay cientos de empresas que ofrecen servicios compra de dominios y almacenamiento. Incluso algunos ofrecen un paquete con la propia creación de sitios webs. Ahora solo tenemos que encontrar el que más se adecue a nuestras necesidades. Algunas de las empresas más conocidas son Strato, 1&1, Arsys.
Contenido: competencia y audiencia
Una vez que tengamos nuestro dominio, tenemos que empezar a pensar en qué tipo de contenido queremos para nuestra web. Es esencial ver otras páginas a nuestro alrededor para saber qué información tienen, cómo la distribuyen o qué ideas nos pueden aportar. Sin embargo, como reza el dicho: “cada maestrillo tiene su librillo” por lo que en este sentido, no hay nada sobre lo que se pueda poner o no.
Eso sí, tenemos que saber que vamos hacia un tipo de público, conocer qué buscan cuando ponen en Google “tienda informática en Basauri” y qué esperan al entrar en nuestra página web. Para ello podemos preguntar a clientes, proveedores o internautas que pueda interesarle nuestro negocio pero es lógico que en nuestra página no pueden faltar datos de contacto e información sobre los servicios que ofrece la empresa.
A partir de ahí también tenemos que tener en cuenta que leer en una pantalla es bastante más incómodo que sobre un soporte físico. Por ello, no podemos acumular palabras y palabras sino ser más concisos e ir a la información que realmente le interesa. El resto ya se lo contaremos en nuestro establecimiento.
Diseño
Después de tener claro los contenidos que estarán presentes en la web, es hora del diseño. Si no tenemos los conocimientos necesarios, no está de más contratar a un diseñador que nos implemente una página web moderna, limpia y con los cánones de diseño actuales.
Si, por el contrario, consideramos que somos capaces de crear el sitio web con nuestra formación tendremos que tener en cuenta de nuevo que estamos ante una pantalla. De ahí que tendremos que prestar especial atención a la fuente y tamaño de la tipografía, colores e imágenes que utilicemos.
Usabilidad y accesibilidad
Unido al anterior punto y al siguiente, es importante fijarnos en parámetros como la usabilidad y accesibilidad. Ambos son esencial en una web y marcan en gran parte su éxito o fracaso. De hecho, algunos estudios aseguran que una buena usabilidad reporta en un ROI más elevado. Al final un usuario que se vaya de nuestra web con una buena impresión, puede ser un futuro cliente.
Diseño responsive
Cada vez más internautas acceden a páginas web a través de un tablet o un móvil. Y está claro que la experiencia no será la misma. Por ello, si estamos planteándonos la creación de un sitio, no está de más que sea responsive, es decir, que cumpla unos requisitos para que se pueda leer correctamente en cualquier dispositivo.
SEO
Una vez que la web está montada tenemos un gran reto por delante: hacer que Google, Bing y el resto de buscadores indexen nuestra página web para que los usuarios la encuentren. Para ello tenemos que seguir unos pasos e incluir dentro del código fuente de la página algunas frases y palabras clave concretas. No obstante, tenemos que evitar algunos errores clásicos en este terreno.
Errores técnicos
Al igual que es necesario un buen diseño o una información clara y concisa, no podemos olvidar que la parte técnica es esencial. Que la página web funcione correctamente, cargue rápidamente y no dé errores de cualquier tipo cada 2 minutos son detalles que tenemos que cuidar.
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